La frontera entre México y Estados Unidos puede ser un lugar peligroso plagado de contrabandistas, secuestradores y traficantes de personas. Pero, según el arquitecto, Ronald Rael, también es un espacio divertido.
Para mostrar dicha descripción, Rael instaló tres sube y baja en al área entre Nuevo México (EEUU) y Ciudad Juárez, Chihuahua (México).
Los “balancines” de color rosa brillante, son parte de un proyecto del colectivo estadounidense Chopeke, que pretende mostrar el balance natural que hay entre las familias mexicanas y del país vecino.