Tras su sonrisa pícara, asoma una retahíla de dientes separados que lo pintan más pícaro aún. Fabio Quartararo (Niza, Francia; 20 años), el antebrazo derecho tatuado hasta el más mínimo hueco, la ropa ancha, estilo rapero, de lunes a jueves, hasta que se enfunda el mono, se hace llamar El Diablo. Y siempre tuvo prisa. Ganó el Campeonato de España de Velocidad (CEV) con 14 años, cuando nadie lo esperaba. Y volvió a coronarse al año siguiente (antes de eso ya había conquistado el nacional de 50cc). Aunque todavía tenía 15 para cuando dio el salto a Moto3, los organizadores del Mundial adaptaron las reglas para que, en tanto que campeón del CEV, pudiera debutar ya en Qatar a pesar de que no cumpliría los 16 hasta el 20 de abril. Se subió al podio en su segunda carrera. E hizo una pole en la cuarta, precisamente, en el mismo circuito de Jerez en el que este sábado volvió a repetir hazaña el año de su debut en MotoGP. Es el piloto más joven en lograr una pole position en la categoría reina, un récord de precocidad que le ha arrebatado a Marc Márquez, que no pudo superar el tiempo del novato. Y bien que lo intentó.