Una de las ventajas del auto eléctrico (EV) consiste en que sus motoresson mucho más silenciosos que los de combustión. Es decir que además de mejorar la calidad del aire, los vehículos también ayudan a reducir la contaminación sonora. Pero eso también es un problema: de seguridad, nada menos. Sin el ¡brrrum, brrrum! que anuncie el paso de un automóvil, los peatones —en particular aquellos ciegos o con visión limitada, pero también cualquiera que camine distraído— no sabrían prevenir un accidente.
En los Estados Unidos, las normas federales exigen que todos los EV y los modelos híbridos de 2020 produzcan algún sonido cuando vayan a baja velocidad (menos de 18,6 millas o 30 kilómetros, momento a partir del cual el ruido del roce de las ruedas y el pavimento es suficientemente alto). En la Unión Europea se exige que incluyan un Sistema de Alerta Acústica de Vehículo (AVAS).