Tercerunquinto integrado por Gabriel Cázares y Rolando Flores, egresados de la Facultad de Artes Visuales de la UANL abrirán mañana su mundo con la exposición “Obra gris. Sobre la forma y el color” en la jornada inaugural del Festival Alfonsino 2019.
Los ganadores del Premio UANL a las Artes 2018 que han mantenido una brillante trayectoria en el ámbito del arte contemporáneo internacional, ejerciendo una trascendente crítica social, además de mantener un fuerte vínculo con la ciudad de Monterrey, inaugurarán la muestra compuesta por tres esculturas y obra gráfica diversa.
“Obra gris es un concepto en el trabajo de Tercerunquinto que es una de las principales líneas de investigación y producción, y refiere tanto al concepto de la albañilería que se usa para una construcción, que está solamente cuando se están terminando los muros y el techo, es decir, el “cascarón” antes de cualquier acabado.
“Pero también para nosotros eso tiene una especie de dimensión social porque al final de cuentas el paisaje social está plagado de ese tipo de construcciones, lo que nos trae una especie de conocimiento de una situación, es decir, hay una dimensión social en el uso de un término que puede ser muy técnico en el vocabulario de la albañilería, pero también es un concepto que refiere a una dimensión social del paisaje mexicano”, explicó Rolando Flores.
Los muros que forman las esculturas dan testimonio, a través de sus formas geométricas, de los rastros de pintura y la condición inacabada de la obra, de la estética arquitectónica de la vivienda autoconstruida en la periferia de Monterrey y la importancia del cemento en la cultura regiomontana.
También cuentan la historia de los materiales con que fueron hechos, desde su origen natural, en los cerros desgajados de Nuevo León, su transformación industrial, su empleo en la edificación de grandes obras arquitectónicas, su posterior desmantelamiento para ser reciclados en la construcción de modestas habitaciones o su acopio para una futura obra que, como el progreso, se queda en anhelo postergado; y, finalmente, su metamorfosis en una obra de arte, cuya instalación en el edificio del Colegio Civil.
La obra entabla un diálogo entre el cemento y el sillar, y, también, entre la historia de la ciudad y las múltiples transformaciones que este recinto ha experimentado: Real Hospital de Pobres de Nuestra Señora del Rosario, en 1797; fuerte militar, en el siglo XIX; Colegio Civil del estado de Nuevo León, en 1870; la Universidad de Nuevo León, en 1933; la Preparatoria Núm. 1 y 3, en 1957; y el Colegio Civil Centro Cultural Universitario a partir del 31 de enero de 2007.
Los artistas aseguran que es una producción nueva, aunque los materiales con los que está hecho provienen de las mismas circunstancias que proyectos pasados.
“La obra puede actuar con cierta autonomía del contexto donde se exhibe y el diálogo que podría entablar con el edificio es, muy probablemente, desde su forma más llana, en un reconocimiento de que son elementos que pertenecen más bien como a otra clase de áreas como la arquitectura y la construcción, es decir, formalmente la pieza sí actúa porque la forma en la que está concebida espejea con el sitio donde se encuentra”, detalló Gabriel Cázares.
La muestra, que se abrirá a las 19:00 horas, tiene el apoyo y coordinación de la investigadora y crítica de arte Rocío Cárdenas y de Pablo Cuéllar.
A partir del 17 de mayo, y hasta agosto, los visitantes podrán apreciar las obras de esta exposición que invita a reflexionar y cuestionar de forma crítica las problemáticas sociales y estéticas contemporáneas.