La urgencia de crear sustitutos al contaminante plástico (que se degrada en más de 100 años) ha hecho una gran oportunidad de negocio, no sólo e México sino también en todo el mundo, es lo que motivó a Scott Munguía a crear una exitosa empresa de bioplásticos con la que ha triunfado en EEUU y 12 países más.
Todo empezó como un trabajo universitario que pronto se convirtió en un negocio redituable y amigable con el medio ambiente.