Miguel Barbosa Huerta se avizora como el ganador de la contienda electoral en Puebla, el próximo 2 de junio. Las cifras son claras, según las encuestas cuenta con más del 50% de las preferencias, más de 15 puntos por delante de Enrique Cárdenas, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN).
Con estos porcentajes, la posibilidad de que Barbosa pierda la gobernatura del estado es mínima, lo que incluso podría despertar sospechas de fraude electoral.
Lo que está en el centro del debate no es su próximo triunfo en Puebla, sino lo que lo ha llevado a esa privilegiada posición. Al respecto, Ivonne Acuña Murillo, académica de la Universidad Iberoamericana, explicó en entrevista para Infobae México que el principal apoyo de Miguel Barbosaproviene de los electores que simpatizan con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La popularidad del mandatario ha catapultado al candidato de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla, según explicó la académica, lo que significa que está arrastrando los votos de Obrador. “La gran pregunta es si Barbosa podría captar tantos votos por sí mismo. Si López Obrador no fuera presidente, no se sabe si lo lograría”, explicó.
El candidato por la coalición “Juntos Haremos Historia en Puebla” no tiene el carisma de Andrés Manuel, lo que lo pone en una posición delicada aunque salga triunfador en las elecciones del próximo domingo. La razón es clara, su victoria está vinculada a la popularidad que tiene el fundador de Morena a nivel federal. En cambio, sus posibles fracasos recaerán directamente en él.
“Lo que Barbosa debería hacer es asegurarse de hacer todo bien en su gobierno para que su desempeño le permita ganarse a la población. En este momento, su gran respaldo es López Obrador, pero necesita ganarse a la gente, y ese es un problema porque no tiene el carisma de AMLO”, explicó Acuña Murillo.
El apoyo popular se vuelve así una carta clave, sin embargo, no es lo único que explica el posible triunfo de Miguel Barbosa en Puebla. Atrás también hay un desgaste del PAN en el estado y la muerte de Rafael Moreno Valle y su esposa.
“Se juegan dos cosas, Moreno Valle ya no está para coordinar al grupo del PAN y además hay un desgaste del partido al interior de Puebla. Valle no fue un gobernador querido en el estado, tuvo acusaciones de corrupción y quejas de autoritarismo; cosas que golpearon al partido”, dijo la académica
