En verano de 2015, cuando Walt Disney Company reveló sus planes para construir una zona monumental de La guerra de las galaxias en sus parques de atracción en California y Florida, una ola de euforia inundó el planeta. Bob Iger, el director ejecutivo de Disney, hizo el anuncio durante una convención para fanáticos y reveló que una de las atracciones permitiría a la gente pilotar el Halcón Milenario. Dos hombres adultos sentados al lado mío empezaron a llorar de emoción.