A principios de abril, el tejado a cuatro aguas del edificio más olvidado de Antonio Palacios (1874-1945) en Galicia, probablemente también el más abandonado de este arquitecto en España, se derrumbó por completo. Se vino abajo aparatosamente, arrastrando además en su caída los tabiques y el corroído suelo del primer piso y sepultando de cascotes el sótano, una vieja planta de embotellado. Lo hizo a lo grande, como si quisiera pedir socorro y que le escuchasen de una maldita vez. La Fuente de Troncoso fue la primera surgencia de Mondariz-Balneario (Pontevedra) analizada e identificada en el siglo XIX por sus propiedades medicinales, pero también la que siempre corrió peor suerte. Desde hace muchos años las arcadas del cuerpo sólido, construido en granito, permanecen tapiadas; uno de los muros se agrieta y se abomba; y la gran marquesina de forja que envuelve la fuente se consume