El 5G no es una bomba atómica; es algo que beneficia a la sociedad. No deberíamos ser el objetivo de Estados Unidos solo porque estemos por delante de ellos en 5G”. Con estas solemnes palabras, Ren Zhengfei, fundador y presidente de Huawei, advertía esta semana al mundo de que la quinta generación de telefonía móvil, llamada a revolucionar la industria y la vida cotidiana de los ciudadanos del planeta, no puede convertirse en un arma de destrucción masiva como, a su entender, pretende la Administración de Donald Trump, al incluir en una lista negra la firma china.